Aunque uno se aparte del temor al Todopoderoso, el amigo no le niega su lealtad.
El atribulado es consolado por su compañero;
Aun aquel que abandona el temor del Omnipotente.
El que sufre es consolado por su compañero,
incluso aquel que abandona el temor del Omnipotente.
“»Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,”
Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo, mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, les conceda vida eterna.
Judas 1:20-21 Amor Espíritu Espíritu Santo Fe Iglesia Jesús Misericordia Obediencia Judas
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