
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.
El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.
“Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.”
Ezequiel 36:26 Corazón Espíritu Espíritu Santo Ezequiel
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