
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.
El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.
“Dios nos tenga compasión y nos bendiga; Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros, Selah”
Salmo 67:1 Compasión Dios Salmos
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